El director general de Desarrollo Fronterizo, Miguel Bejarán, está de acuerdo con la Ley 28-01 sea revisada pero “jamás eliminada” como plantean algunos sectores.Afirmó que esta legislación fue creada con la intención de crear oportunidades en las comunidades fronterizas y aunque admitió que en algunas ocasiones ha sido mal aplicada ha venido a llenar un vacío en esa zona del país.
Dentro de los aspectos que deben ser mejorados, el funcionario citó el establecimiento de mayores controles aduaneros para garantizar que las mercancías compradas para ser procesadas en la Frontera no sean desviadas hacia otras zonas del país.
Con respecto a las empresas de tabaco y ron, Bejarán afirmó que es necesario que éstas paguen el Impuesto Selectivo al Consumo porque estos artículos provocan daños a la salud y el Estado debe invertir recursos para revertir los efectos causados por estas sustancias.
Negó que las empresas fronterizas hagan competencia desleal a las del resto del país, “ese término, es muy duro, muy agresivo, porque yo pienso siempre y digo que producir en la frontera no es tampoco competencia leal porque allí se dan una serie de factores que hace que las empresas produzcan con desventaja”.
El funcionario añadió que debe crearse un mecanismo para que las exenciones sean otorgadas a las empresas en función de la cantidad de empleos que generan y que no es posible que una empresa que cree poco empleos reciba grandes beneficios.
Aspira a que esa ley sea ampliada a 20 años por lo que afirmó que se dará un plazo a las empresas que ya están acogidas para que entren dentro del nuevo régimen.
Actualmente se benefician de la Ley de Desarrollo Fronterizo unas 46 empresas, las cuales generan más de 4 mil empleos directos y más de 30 mil indirectos.
