Discurso completo de última rendición de cuentas del presidente Medina

Discurso de Rendición de Cuentas del Excelentísimo Señor Presidente de la República, Lic. Danilo Medina ante la Asamblea Nacional.

Discurso de Rendición de Cuentas del Excelentísimo Señor Presidente de la República, Lic. Danilo Medina ante la Asamblea Nacional.

27 de Febrero 2016

 

Honorable Lic. Cristina Lizardo Mézquita,

Presidenta del senado de la República y de esta Asamblea Nacional;

Honorable Dra. Margarita Cedeño de Fernández,

Vicepresidenta de la República;   

Honorable Lic. Cándida Montilla de Medina,

Primera Dama de la República; 

 Honorable Dr. Mariano Germán Mejía,

Presidente de la Suprema Corte de Justicia;   

Honorable Dr. Milton Ray Guevara,

Presidente del Tribunal Constitucional;     

Honorable Dr. Roberto Rosario Márquez,

Presidente de la Junta Central Electoral;   

Honorable Dr. Mariano Rodríguez,

Presidente del Tribunal Superior Electoral; 

Honorable Lic. Abel Martínez Durán,

Presidente de la Cámara de Diputados; 

Honorable Dra. Licelotte Marte de Barrios,

Presidenta de la Cámara de Cuentas;     

Honorable Dra. Zoila Martínez Guante,

Defensora del Pueblo; 

Su Excelencia Reverendísima  Monseñor Jude Thaddeus Okolo,

Nuncio Apostólico de su Santidad y Decano del Cuerpo Diplomático acreditado en el país;

Honorables Miembros del Cuerpo Diplomático y Consular Acreditados en la Republica Dominicana;

Honorables Miembros de Organismos Internacionales acreditados ante el Gobierno de la República Dominicana; 

Honorables Miembros de la Asamblea Nacional; 

Señores Ministros y demás funcionarios del Gobierno;

Autoridades Civiles y Militares;

Invitados Especiales; 

Pueblo dominicano;

Este es el cuarto y último año de este periodo en que tengo el honor de comparecer ante ustedes.

Una vez más, en el día en que honramos a la Patria Dominicana y a sus héroes, me presento ante este Honorable Congreso de nuestro pueblo, para rendir cuentas del gobierno.

Recuerdo muy bien cuando me dirigí ante ustedes el 27 de Febrero del año 2013, cuando llevaba apenas 6 meses siendo Presidente.

Muchos creían entonces que veníamos a hacer un gobierno corriente. Que no nos atreveríamos a realizar grandes transformaciones. Que veníamos solo a gestionar lo existente. Se equivocaban.

Llegamos al gobierno con un objetivo claro. Un objetivo difícil, que necesitaría de mucho esfuerzo, pero muy claro. Cambiar la República Dominicana, cambiarla para siempre.

De pie en este mismo podio, les dije que no serían pocas las batallas que tendríamos que librar, pero que para librarlas contábamos con el ejemplo de nuestros héroes y libertadores, quienes nunca se apartaron de su rumbo. 

Ese es el rumbo que hemos seguido estos cuatro años. Y efectivamente, con el ejemplo de nuestros próceres, con trabajo constante y, sobre todo, con el apoyo entusiasta de nuestro pueblo, la República Dominicana está cambiando.

Estamos librando una batalla tras otra y las estamos ganando. Luchamos contra una idea, una idea vieja, desgastada, que ha hecho mucho daño a este país.

Hablo de la idea de que las cosas no pueden mejorar. De que hay metas que otros países pueden alcanzar, pero nosotros no. De que hay sueños que nos están vedados.

Todos ustedes conocen bien esa idea, la han oído mil veces, algunos hasta le han puesto nombre, la han llamado el pesimismo dominicano, e incluso se le han dedicado libros.

Pero ha llegado ya el momento de cerrar esos libros.

Ha llegado el momento de creer en nosotros mismos.

Ha llegado la era del optimismo dominicano!!

Yo siempre he tenido la certeza de que somos capaces de hacer grandes cosas. Y en el 2012, el pueblo dominicano decidió creer en nuestro proyecto y apostar a que SÍ se podía cambiar.

Decidimos entonces que lo que logran otros países, si queremos, lo podemos lograr también. Que absolutamente ningún sueño es demasiado grande. Que podemos y debemos hacer lo que nunca se ha hecho.

El pueblo ya se cansó de pesimismo y se cansó de excusas. Porque nuestra gente sabe bien que el que quiere realmente hacer algo encuentra la forma, y el que no quiere, encuentra una excusa.

Hemos abierto los ojos y ahora vemos con claridad…

Que decir que el hijo de un hogar humilde no merece una buena educación, no es más que es una excusa.

Que creer que siempre va a haber analfabetos, es una gran mentira.

Que pensar que la salud es solo para el que la puede pagar, es otro gran engaño.

Que cosas como un estado de bienestar, o incluso el metro, o el 911, las tienen solo en Europa, nada de eso es verdad.

Que la República Dominicana siempre va a ser un país pobre, esa es la mentira más grande de todas. 

Eso es lo que este gobierno ha venido a cambiar. Eso es lo que estamos demostrando. Que sí podemos.

Este país vuelve a tener esperanza, porque el cambio se nota, se nota en la calle y se nota en los pueblos.

No es una promesa, no es una oferta, es una realidad. Una realidad que se abre camino, paso a paso, día tras día. 

Los dominicanos hemos recuperado la confianza en nosotros mismos, hemos recuperado el rumbo, y ya nadie puede pararnos.

Esta es nuestra revolución. Es una revolución de las expectativas, de la confianza y de la fe. Y es también una revolución material. De escuelas llenas, de hospitales nuevos, de campos sembrados y de comida en la mesa.

Esta es la revolución que les prometí. Esta es la revolución que estamos haciendo realidad. Una revolución que, en el fondo, es muy sencilla.

Trabajamos simplemente para que cuando un niño, o una niña, nazca en este rincón de las Américas que es nuestra patria, tenga todo lo necesario para crecer sano y feliz y ser todo lo que quiera ser. Que nunca más les digan a nuestros hijos e hijas que no pueden.

Esta es nuestra revolución, pacífica, ordenada, casi silenciosa, pero totalmente real.

Hay un país que en menos de cuatro años ha sacado de la pobreza a más de 950,000 personas.

Mientras otros entran en crisis económica, hay un país que está creciendo al 7%.

Hay un país que ha creado empleo para su gente durante 40 meses seguidos.

Mientras otros recortan en salud, hay un país que ha ampliado la cobertura a toda su población pobre.

Hay un país que, en menos de 4 años, ha puesto en marcha la mayor revolución educativa de su historia.

Hay un país de 10 millones de habitantes que ha recibido 5 millones 600 mil turistas este año.

Hay un país en el que la salud, la educación, el crédito y la vivienda son cada vez más derechos reales de cada uno de los hombres y mujeres que lo habitan.

Y si alguien les pregunta ¿que país es ese?, pueden decirles, con confianza, con una sonrisa: ese es mi país, esa es la República Dominicana!

 Señoras y señores,

Vayamos paso a paso. Veamos lo que sucede en nuestra región, para tomar un poco en perspectiva y ver hasta qué punto tiene sentido recuperar la confianza en nosotros mismos.

Este año, América Latina crecerá apenas un 0,2%, con alguna de sus principales economías adentrándose en la recesión.

Por el contrario, la República Dominicana, creció un 7% en 2015 y se prevé que siga por el mismo camino en 2016.

Mientras otros países de la región se estremecen por la crispación política, por el enfrentamiento entre gobierno y sectores productivos, o por las luchas entre las clases sociales, nuestra realidad es muy diferente.

Los dominicanos hemos logrado crear un clima de cooperación y de confianza que une a todos, al pueblo, al gobierno, a los productores, a los empresarios, a todas las regiones y los credos, en torno a un proyecto compartido.

Un proyecto que ilusiona a todos, porque necesita de todos y mejora la vida de todos. Este es nuestro proyecto.

Esto explica nuestro crecimiento, esto explica que cada día seamos más fuertes. Y es justo que nos paremos un momento y nos felicitemos por ello, porque ni la paz, ni la prosperidad llegan a un país fruto de la improvisación.

Todos recordamos con amargura lo que pasa cuando el rumbo de un país no está claro.

Y todo estamos viendo también lo que es posible lograr cuando la única brújula de un gobierno es su pueblo.

Estamos creando una República Dominicana más grande, porque nuestra patria es más fuerte cuanto más unida esté nuestra gente, cuanto más integrada se sienta en un proyecto común de país.

Honorables Asambleístas,

Para los que tienen predilección por las estadísticas y prefieren el lenguaje de las cifras, a continuación les voy a dar algunas.

Les prometí que lucharía por una República Dominicana con una amplia y fuerte clase media. Y la clase media que era de 20.7% a principio de nuestra gestión creció 8 puntos porcentuales y hoy es del 28.9%.

Tras crecer en promedio 6,5% entre 2013 y 2014, nuestro país creció un 7% más en 2015.

Este ritmo de crecimiento se logró en el contexto de baja inflación. Durante el período 2013- 2015, la inflación creció a un promedio anual de 2.88%, el menor promedio histórico para los primeros tres años de un periodo gubernamental desde 1970, es decir de los últimos 46 años y niveles de reservas internacionales sin precedentes, que representan 3.6 meses de importaciones, superando los 3.0 meses exigidos por el FMI.

Este excelente desempeño estuvo impulsado por el desarrollo de  sectores como el de la construcción, que en el último año creció 18.2%, del comercio (9.1%), servicios bancarios (9.2%), Enseñanza (8.6%), Transporte y Almacenamiento (6.4%), Hoteles, Bares y Restaurantes (6.3%), Zonas Francas (5.8%), Salud (5.8%), Manufactura Local (5.5%),  y otros servicios (4.1%).                                                                                                    

Otro dato consistente con el excelente momento que vive nuestra economía es el dinamismo exhibido en la cartera de préstamos al sector privado del sistema financiero consolidado, con un aumento de 88,670 millones de pesos, equivalente a un crecimiento de 12.6% en términos anualizados.

Y nos complace especialmente que en estos años el segmento de la cartera de crédito que mostró mayor crecimiento en términos relativos fueron los préstamos a las Microempresas, que prácticamente se duplicaron al pasar de RD$11,598.4 millones en diciembre de 2012 a RD$22,701.1 millones en diciembre de 2015.

Adicionalmente, los préstamos a los sectores con mayores crecimientos promedio en esos 3 años fueron Construcción (24.0%), Consumo (17.5%), Comercio (17.1%), Industrias Manufactureras (14.2%), Adquisición de Viviendas (13.3%) y Hoteles, Bares y Restaurantes (12.3%).

Este es un retrato económico que, si me permiten decirlo, es la envidia de cualquier país de la región.

Pero soy consciente de que hay quien gusta de poner en duda las cifras que damos desde el gobierno, así que también voy a darles algunas que nos llegan de fuera.

Porque nuestro progreso también es reconocido en el exterior, en los últimos 4 años, el país ha tenido una asombrosa escalada de 33 posiciones en el ranking Doing Business, elaborado por el Banco Mundial.

Subimos tres puestos más en el Índice de Competitividad Global 2015-2016,  si se compara con la medición del año pasado.  El país pasó de la posición 101 a la 98 de un total de 140 países que estudia el Foro Económico Mundial. En los últimos 5 años el país ha ascendiendo 12 posiciones.

En tres años pasamos también de la posición 10 a la 7 en el Latin Business Index 2015, reconociendo avances en aspectos como el capital mínimo para empezar un negocio, reducción en el plazo para establecerlo o para obtener permisos de construcción.

Todo esto se ha logrado a través de una estrategia que incluye diversas medidas, entre ellas la facilitación del asentamiento de la inversión a través de la Ventanilla Única de Inversión (VUI).

Se ha prestado asistencia técnica a 1,618 inversionistas y potenciales inversionistas, y se han realizado más de 15 misiones de inversión al exterior, logrando contactar cerca de mil nuevos potenciales inversionistas.

El 2016, a pesar de ser periodo electoral, no parece preocupar a los inversionistas que, continúan llegando a buen ritmo a nuestro país, confiados en nuestra estabilidad democrática.

Las proyecciones apuntan a que la economía dominicana se expandirá en torno a un 6.0% en el 2016, en línea con su crecimiento potencial, con una meta de inflación de 4.0% y en un ambiente de estabilidad relativa de la tasa de cambio.

Se espera un déficit en cuenta corriente de alrededor del 2.0% del PIB y un ahorro de más de US$800 millones en la factura petrolera, que sumado al alcanzado en el 2015, significa un ahorro total de más de US$2,000 millones para la economía dominicana.

Los ingresos por divisas serían muy superiores a los US$24,000 millones, con exportaciones de más de US$10,000 millones, mientras que las divisas por turismo estarán por encima de US$6,500 millones, las remesas alcanzarían más de US$5,136.8 millones y la inversión extranjera directa está previsto que supere los US$2,400 millones.

 Señoras y señores

Nunca me cansaré de decirlo: todo este crecimiento es importante, pero solo lo es en la medida en que alcanza a nuestra gente, en la medida en que transforma vidas, disminuye la pobreza y la desigualdad. Y en eso nos hemos centrado estos cuatro años.

Las cifras de reducción de la pobreza que tenemos son realmente esperanzadoras. Según los resultados obtenidos siguiendo la metodología del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y del Banco Mundial, entre el 15 de septiembre de 2012 y el 15 de septiembre de 2015; 950,192 dominicanos y dominicanas salieron de la pobreza.

Por supuesto, estas más de 950 mil personas no han salido de la pobreza por casualidad. 

Han logrado mejorar su situación con su trabajo, gracias a que el empleo está creciendo. Y lo han logrado también gracias a la inversión contundente que estamos haciendo en la gente, a través de las políticas sociales.

Les daré un ejemplo. Hoy en día, una familia dominicana que tenga un hijo atendido en estancia infantil; otro hijo en tanda extendida; que cuente con los beneficios de la Tarjeta Solidaridad, que incluye los bonos «Comer es Primero», «Bono-Gas», «Bono-Luz» y las transferencias condicionadas por enviar a su hijo a la escuela, tiene un ahorro anual de más de 190,000 pesos. (Exactamente RD$192,564 o lo que es lo mismo, más de RD$16,000 mensuales)

Eso sin sumar los beneficios que obtiene al comprar medicamentos más baratos en las farmacias del pueblo o tener seguro subsidiado del SENASA.

Por todo esto, quisiera agradecer el trabajo incansable de la Vicepresidenta, Margarita Cedeño de Fernández, que nos ha apoyado para que esos programas sociales se manejen con responsabilidad y de acuerdo a los estándares de transparencia que son nuestra seña de identidad.

Pero sabemos, por supuesto, que para alguien que todavía sigue siendo pobre, que aún está cogiendo lucha, esa cifra parece vacía. Y me identifico con ellos, porque aún no estoy satisfecho, aún hay muchas más personas a las que vamos a ayudar.

Nuestra meta como país debe seguir siendo dejar atrás para siempre la pobreza extrema y la desigualdad.

El año pasado, como recordarán, nos comprometimos a iniciar un programa específico en este sentido y ya estamos avanzando en él.

 Para ello, la vicepresidencia de la República, en colaboración con el Banco Mundial, ya ha puesto en marcha un plan que contempla el apoyo a 180,000 personas.

 Además, el gobierno dominicano tiene diseñado otros programas que nos permitirían ampliar esa cobertura y lograr reducir hasta el 1%, es decir, casi por completo, el total de los dominicanos en extrema pobreza.

 Sin embargo, a medio y largo plazo, la única manera de combatir la pobreza de manera sostenible y lograr nuestra meta de ser una sociedad de clases medias es la creación de empleo.

 Crear nuevos puestos de empleo dignos y formalizar los existentes fue nuestro principal objetivo al llegar al gobierno, y hoy podemos decir que es una meta que hemos cumplido.

 En enero de 2016 creamos el puesto de trabajo número 400,000. Tras 40 meses consecutivos de crecimiento y generación de empleo.

 Ahí están los datos del ministerio de trabajo y de la Seguridad Social para corroborarlo.

 Y déjenme decirles que lograr esas cifras no ha sido magia. No ha sido casualidad. No ha sido improvisación.

 ¿Cómo lo estamos logrando?

Estamos aplicando una estrategia doble: por un lado, hemos reforzado y revitalizado los sectores tradicionales de nuestra economía, como son el campo, y las manufacturas.

Por otro, hemos avanzado en integrar a nuevos sectores sociales en la economía formal. Por ejemplo, apostando por nuestros pequeños emprendedores, que a veces solo necesitan ese primer crédito para poner en marcha su negocio. O buscando nuevos modelos de turismo y más inversiones.

Empecemos hablando del campo. Como saben, este Gobierno se comprometió a cambiarle el rostro al campo dominicano.

Esta es una promesa que he renovado personalmente, semana tras semana, visitando a comunidades y productores en cada una de nuestras provincias. Porque el campo es el alma de la República Dominicana y solo dándole vida podemos aspirar a transformar el país. 

He realizado 129 visitas sorpresas en todo el país. Esto se tradujo en 657 proyectos asumidos con las comunidades. Compromisos que se han traducido en inversiones por más de 16,376 millones de pesos, los cuales ya han generado más de 100,000 empleos directos y más de 180,000 indirectos.

Lo que hemos logrado, aquí también, es desterrar falsos mitos, y recuperar la confianza en nuestras fuerzas productivas.

Hasta hace muy poco, se le decía a la gente en el campo que allí no tenían futuro, que vendieran esas tierras y se fuesen a trabajar a la capital, o a otro país.

Hasta hace muy poco, si la gente quería sacar adelante un proyecto, tenían que tomar préstamos con usureros o peregrinar en busca de apoyo.

Nosotros hemos salido a buscarlos. Les hemos dicho, quédense aquí, en su tierra, necesitamos de su trabajo y necesitamos de sus cultivos. Y no se preocupen, porque toda la ayuda que necesiten para ponerse a producir, nosotros se la vamos a dar.

Y eso es exactamente lo que hemos hecho. En 2015, la producción de alimentos llegó a  los 132.3 millones de quintales. Esto es un 5.6%  más que el 2013. Es justo decir también que, a pesar de la pertinaz sequía que vivimos el pasado año, el buen desempeño de nuestro sector agropecuario en los 6 primeros meses del año logró compensar la falta de agua y cerrar el año con un crecimiento del 1%. Esto explica que hoy somos una de las pocas naciones del mundo que produce más del 80% de los alimentos que consume. Otro motivo más para sentir orgullo de nuestros productores!

Y de nuevo, esto no es algo que dice el presidente o su gobierno.

El éxito de nuestra iniciativa ha sido ampliamente reconocido fuera de nuestras fronteras, por el  PNUD, por la FAO y por las delegaciones de países hermanos que han querido conocerlas de primera mano.

Por todo esto podemos decir que, si alguien afirma que estas visitas no tienen importancia, es porque esa persona no conoce la realidad del pueblo dominicano.

Y me alegra especialmente poder decir que terminamos también con otro problema histórico que parecía endémico e inevitable, me refiero al acceso al crédito para el sector agropecuario.

En cuatro años, hemos conseguido darle solución.

Las tasas de interés para la producción agropecuaria han caído del 18% en 2012 al 10% actual.

Y el flujo de crédito que hemos otorgado asciende más de 57 mil millones de pesos en financiamiento en este periodo de gobierno.

Eso significa que se ha superado la meta de los 44 mil millones de pesos que prometimos.

Solo el Banco Agrícola ha estado prestando a un ritmo de 1,200 millones al mes.

Para este 2016, la meta es destinar RD$17,304 millones para financiar los cultivos, especialmente de aquellos productos que se encuentran diariamente en la mesa de las familias, para que así sean más baratos.

Porque como ya he dicho anteriormente, quiero ser el Presidente de la economía familiar. Y eso significa, entre otras cosas, que vamos a seguir enfocados en producir alimentos de calidad y a precios razonables para nuestra gente , es decir, defendiendo nuestra soberanía alimentaria. Porque la comida en los hogares es una prioridad para el Estado.

 Señoras y señores,

No podemos olvidar que una gran parte de ese dinamismo de nuestra economía, de ese 7% de crecimiento, viene dado por el turismo.

Por eso, me alegra anunciar que hemos consolidado definitivamente el turismo como uno de nuestros principales motores de crecimiento, con un dinamismo que aprovechan otros sectores, como la agricultura y el comercio.

Entre enero y noviembre de 2015, la República Dominicana tuvo un crecimiento de  8.9%, un resultado superior al crecimiento promedio del Caribe. Eso nos mantiene como el destino más visitado de la región, con más de 5 millones y medio de turistas.

Soy consciente de que en el pasado he dado discursos parecidos sobre el turismo.

Y, de alguna manera, nos hemos acostumbrado a que año tras año el sector traiga más visitantes, más crecimiento, y más empleo. Pero eso tampoco es magia. Tampoco es fruto de la improvisación.

Por el contrario, si hemos logrado mantener y ampliar nuestra cuota de mercado frente a otros destinos competidores, es porque trabajamos en ello sin descanso.

Porque este desempeño envidiable es el resultado de la publicidad y promoción que hacen el MITUR y el sector privado, así como del programa de inversiones públicas que hemos llevado a cabo, con 23 proyectos de infraestructura turística solo en 2015.

En cuanto al número de turistas de cruceros, uno de nuestros objetivos de mercado, éste aumentó considerablemente. Solo en el periodo enero- septiembre 2015, las llegadas de cruceristas ascendieron a 373,176, no obstante, se espera un aumento considerable ahora que hemos inaugurado la terminal Amber Cove en Maimón, Puerto Plata.

El Consejo de Fomento Turístico aprobó cuarenta y seis proyectos turísticos con una inversión de US$1,577 millones, que aportarán unas 11,268 habitaciones y generarán unos 16,900 nuevos empleos directos e indirectos, además de los creados en la fase de construcción.

Un total de 28 hoteles y resorts han sido inaugurados o están en construcción desde 2012. Sólo el Hard Rock, al que dimos el primer picazo hace un par de semanas, creará 4,000 puestos de trabajo en la capital.

Definitivamente el modelo de las grandes cadenas hoteleras del todo incluido ha cumplido un papel importante, el de situarnos en el mapa mundial del turismo.

Pero ahora necesitamos evolucionar hacia otro modelo. Necesitamos pasar a un tipo de turismo más ordenado, respetuoso con el medio ambiente, que esté planificado por nosotros mismos y enfocado al beneficio de nuestro pueblo.

Ahora vamos a poner en juego también el atractivo natural del interior, el atractivo de nuestra cultura y el emprendedurismo de nuestra gente para atraer aún más turismo y repartir aún más sus beneficios.

Dominicanos y dominicanas,

Un tema que es conocido en el país, en este caso por motivos menos optimistas que el turismo, es la necesidad energética que aún tenemos.

Conozco la realidad que viven en sus hogares. Sé que la factura sigue siendo demasiado alta, tanto para los particulares como para los negocios y que aún quedan comunidades enteras en las que se repiten los odiosos apagones.

Por eso, cuando llegué al gobierno les dije que estos cuatro años los destinaríamos a comenzar a cambiar esa realidad, porque este es un problema complejo, en el que sabía que no podríamos tener soluciones rápidas.

Y eso que les dije es exactamente lo que hemos hecho.

Las cosas ya están cambiando para muchas familias.

Hay muchas comunidades en las que los apagones quedaron atrás y cuentan ahora con servicio 24 horas y de alta calidad. Solo en 2015, la CDEEE lo ha llevado a el Dorado, Marañón, Mirador Isabela, Colinas del Arroyo, Brisas de Los Palmares (Parcial), Campechito, Villa Lorenzo, Urbanización Charles de Gaulle, Claribel, Villa Nueva, por citar algunas en Santo Domingo Norte.  

Paralelamente, se han realizado 311 proyectos de rehabilitación, con una inversión de más de 240 millones de dólares. Gracias a este programa de Rehabilitación y Reducción de Pérdidas, el 56% de los clientes, es decir, más de 1 millón 155 mil clientes, disfrutan de 24 horas de electricidad.

También en 2015 seguimos trabajando para llevar servicio hasta comunidades alejadas, con la instalación de 9 micro hidroeléctricas más en Las Avispas y Rancho Arriba en San José de Ocoa, El Dajao y Villa Los Almácigos en Santiago Rodríguez, La Pelua, Manabao y los Marranitos en Jarabacoa, la Vega, Bateyes La Grúa, Paraíso I y II, Victoria en San Pedro de Macorís y por último en Quita Coraza, Vicente Noble, Barahona.

En estos 4 años, la Unidad de Electrificación Rural y Suburbana ha levantado 23 micro-centrales, 12 proyectos fotovoltaicos, 42 proyectos de electrificación de redes convencionales y 831 proyectos de rehabilitación menores, que han llevado servicio a 15 mil familias que antes estaban aisladas.

Además, y de acuerdo a nuestro objetivo de diversificar la matriz energética a través de fuentes renovables, en marzo serán inaugurados 3 proyectos más que sumarán 110 megavatios al sistema eléctrico nacional.

Son el parque eólico Larimar, de Enriquillo, el fotovoltaico Monte Plata Solar y el novedoso proyecto San Pedro Bio Energy, que generará 30 megavatios a partir de biomasa.

La vida de muchas comunidades está mejorando, eso es innegable. Pero lo cierto es que se necesita una solución global al tema eléctrico.

Por eso, tal como fue nuestra palabra, pusimos en marcha el Pacto Eléctrico y seguimos con atención sus progresos.

A esta fecha, ya se han alcanzado 121 consensos y avanzamos hacia su fase de concreción y firma.

Si todo camina de acuerdo al calendario establecido por los participantes, estaríamos firmando ese acuerdo el próximo mes de abril.

 

Al mismo tiempo, como saben, sigue según lo previsto la construcción de la Central Punta Catalina.

Con la llegada del domo de la primera unidad generadora y el inicio de los desembolsos del financiamiento internacional comenzó una nueva etapa en la construcción de esa obra.

Los trabajos de la central en estos momentos están en una ejecución general del 60%. En agosto de 2016, las dos unidades que la componen, de 360MW cada una, habrán avanzado en un 92%.

Con todas estas medidas, el siguiente gobierno, comenzará, por tanto, con el problema eléctrico prácticamente solucionado.

Todo esto se traducirá en mayor ahorro para las familias, mejores servicios, más inversiones y más creación de empleos.

Muy pronto podremos hablar de nuestro servicio eléctrico de calidad y de los planes que tenemos para consolidar una industria energética sostenible, de calidad y a precios asequibles.

Distinguidos miembros de esta Asamblea Nacional;

En esta gestión también ha realizado una labor encomiable el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, y con esa actividad no solo ha creado mejores infraestructuras, sino que además ha generado empleo y demanda de insumos para otros sectores productivos.

Hoy no podremos citar todas y cada una de la obras realizadas, sino que, leeremos algunas de las que se han terminado en este año 2015: 

En Azua la Carretera Pueblo Viejo – Las Terreras.                             

En el Distrito Nacional el Paso a Desnivel Av. 27 de Febrero con Av. Privada.              

En El Seibo el Malecón de Miches.                            

En Espaillat  la Carretera La Rosa – Monte Adentro.                                   

Carretera Los Brito.                                                           

Carretera Ramón Cáceres.                                              

Y Carretera Rincón de Los Jiménez.      

En La Vega la Carretera Autopista Duarte – Santo Cerro y Carretera Manga Larga – Cutupú.                             &nbs

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