“Los Santana”, un pequeño barrio, ahí, cerca del Botánico

Como “el negro detrás de la oreja”, de Juan Antonio Alix, está el barrio Santa Teresa o “Los Santana”, entre el Jardín Botánico y Arroyo Hondo Viejo.

Como “el negro detrás de la oreja”, de Juan Antonio Alix, está el barrio Santa Teresa o “Los Santana”, entre el Jardín Botánico y Arroyo Hondo Viejo.Este barrio pobre, de aproximadamente 50 viviendas, mal contadas, circunda con la urbanización Aldaba y el sector El Claret.

Al pequeño barrio se puede acceder por la calle Erick Leonard Eckman casi esquina Los Próceres. Tiene solo una estrecha calle sin salida y seis callejones o peatonales. Su origen y existencia son desconocidos por miles de ciudadanos que diariamente se desplazan por las avenidas circundantes o viven por la zona en residenciales y sectores acomodados.

La historia del pequeño poblado se remonta a los años 30, cuando la familia Santana se asentó en el lugar que se extendía varias tareas hacia la parte norte. Los predios fueron vendidos por solares hasta quedar sólo con el lugar donde vivía la familia Santana. Eran seis hijos y falleció uno, los demás viven en el lugar junto a otros que han comprado parte de sus tierras y algunos inquilinos. Papo Santana es el hijo mayor de la familia y nació en el lugar el 24 de diciembre de 1943.

Narra que su padre vendió la propiedad por solares a gente que venía de distintas provincias. Para  entonces era un niño y recuerda que por todos esos alrededores había solo tres casas: la de su abuela, su madre y de un hermano.

“Nosotros hemos visto llegar a todo el mundo, ellos nos han puesto una pared alta para que nosotros ni miremos para allá porque eso es de los millonarios”, comenta. “El otro día ellos (los vecinos ricos) tenían una fiesta, una bulla y nadie dijo nada, pero luego un joven del barrio sacó una bocina a la calle y de una vez mandaron la Policía, pero donde ellos no porque nosotros somos los pobres”, agregó el ciudadano.  El barrio tiene la peculiaridad de que está rodeado de altas paredes que los dividen de residenciales como Aldaba y Los Ginebra donde vive gente de clase media alta, pero además en el centro hay un extenso solar baldío con frente a la avenida de Los Próceres que sirve de crianza de ovejos, propiedad de una conocida familia dedicada al negocio de las tiendas por departamentos. Pese a su pequeñez, el barrio cuenta con una cancha para jugar balocesto y una capilla cuyo pastor de almas es el padre Marcial Silva.

Julián Mejía vino desde Jarabacoa y se estableció con su familia en el lugar en 1990. Cuenta que es un barrio tranquilo, aunque últimamente unos jóvenes los han puesto en zozobra, pero que al menos dos de los principales están presos.
No tienen problemas de agua porque la reciben tres veces por semana y el servicio de energía eléctrica es bueno, lo que atribuyen a que viven rodeados de ricos. Su mayor preocupación es el estado de la única calle  de la barriada, que aunque está en malas condiciones, para otros barrios es una avenida. No han podido resolver el problema del agua que se acumula cuando llueve, debido a que el único pozo filtrante se tapa.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas