Sonreía mientras mataba su esposa

Santiago. La orden de alejamiento que contra José Antonio Peña Pérez había solicitado María Nereida Polanco Rodríguez, no impidió el asedio constante de su ex pareja, que ante su rechazo le quitó la vida y se suicidó.

Santiago. La orden de alejamiento que contra José Antonio Peña Pérez había solicitado María Nereida Polanco Rodríguez, no impidió el asedio constante de su ex pareja, que ante su rechazo le quitó la vida y se suicidó.

 

La pasada semana Polanco, residente en la calle 20 de Gurabo, había acudido a solicitar una orden de alejamiento, pero un día después su victimario hizo lo mismo, pues alegaba que ella lo molestaba constantemente, versión que es negada por los vecinos.

Para limar las asperezas, la procuradora fiscal que atendió el caso le advirtió a ambos que se mantuvieran alejados uno del otro.

No obstante, el pasado martes, el día en que fue asesinada María Nereida, el motoconchista José  Antonio Pérez hizo alrededor de 20 llamadas al teléfono móvil en tono de amenazas.

“Endemoniado”. Personas cercanas a la dama asesinada dicen que recientemente el occiso había tomado un préstamo y puso en garantía los ajuares de la víctima, y cuando ella le recriminó por esa acción él reaccionó con ira.

Lourdes Gómez, vecina de la occisa, dice que la ira de Pérez era tal que mientras le daba puñaladas a su ex mujer, sonreía y se daba estocadas en su abdomen. Para Gómez, al parecer, estaba endemoniado.

Dijo que ni los palos que le propinaron algunas personas para que la soltara impidieron que continuara con la acción sádica. El motoconchista, quien residía a escasa distancia de su ex pareja también fue sepultado ayer, pero en el cementerio de Gurabo.

Peña Pérez, el agresor había muerto en el hospital regional José María Cabral y Báez y Polanco Rodríguez, la víctima, murió en la clínica Unión Médica.

Uno de los más recientes casos de feminicidios ocurrió el 31 de  julio pasado, cuando un hombre le quitó la vida a su pareja y luego se ahorcó en la casa donde ambos residían en la comunidad de Pontón del municipio de Navarrete.

Marilyn Pérez, de 29 años fue asesinada por Julián Rafael Rodríguez Vanderlinder, de 35. Otro caso que indignó a la sociedad de Santiago fue el de una menor apuñalada 42 veces por su padrastro. Tras semanas en estado de gravedad, la joven sobrevivió.

Deja un hijo en la orfandad

María Nereida Polanco fue sepultada ayer en la comunidad de Cevicos en Cotuí, de donde era oriunda. Deja en la orfandad un adolescente de 18 años que había procreado con su primer esposo. Eduard de Jesús, presidente de la junta de vecinos de la calle 20, dijo que el victimario asediaba a María Nereida de manera constante. Los vecinos aún están consternados por el suceso.

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