Turismo de enclave dinamiza menos el sector transporte

República Dominicana se ha concentrado toda la vida en el turismo de enclave, y de ninguna manera se puede “satanizar” que haya sido así.

República Dominicana se ha concentrado toda la vida en el turismo de enclave, y de ninguna manera se puede “satanizar” que haya sido así. Ese turismo ha dado grandes beneficios al país, pero en lo adelante conviene ir “virando la torta”.

Y un sector que está muy de acuerdo con que ocurra ese movimiento es el de alquiler de vehículos o rent cars. La asociación Dominicana de Rent Cars (ANDRI) calcula que en República Dominicana unos 8,000 turistas se movilizan cada mes en vehículos rentados a empresas formalmente constituidas del ramo y una cantidad no determinada a través de negocios que operan informalmente. La cifra debiera ser mayor si se toma en cuenta la cantidad de extranjeros que llega cada año por los distintos aeropuertos locales. Según el Banco Central, en el año 2013 arribaron al país 4,064,754 turistas extranjeros por las diferentes terminales aéreas, 3.6% más que en 2012.

El turismo de enclave es considerado por muchos como una actividad donde llegan, por ejemplo, 700 turistas en un avión, los apean con un bulto en las manos, los suben en una guagua (autobús) en el aeropuerto por donde arriban y los llevan a un hotel-resort, donde se encierran hasta que se marchan a su país. En el mejor de los casos, a esos turistas les dan unas vueltas o un paseo en una guagua en uno o dos de los días que permanecen en el polo turístico donde se ubican. Hay que aclarar que los hoteles resorts dominicanos, en una alta proporción suelen tener todo incluido, es decir, que contienen bares, restaurantes, piscinas, playas, tiendas y áreas de deportes, entre otros atractivos. Sin embargo, el director ejecutivo de  ANDRI, Enrique Fernández, sostiene que cuando un turista viene y alquila un carro u otro tipo de vehículo, es casi seguro que gastará dinero por todas partes y a todos los niveles.

“Le limpian el vidrio del auto en un sitio y ahí boronea; compra combustible, come en restaurantes, visita tiendas individuales que no son del circuito exclusivo de los turistas y hace otras cosas. Quiere decir que ese turista dinamiza la economía de distintos lugares”, dice Fernández. “Y ese turista que te alquila un vehículo en Punta Cana puede visitar a Puerto Plata, a Samaná u otra parte. O sea, que puede recorrer puntos que normalmente no son frecuentados por el turista que se queda en el resort”, plantea, de otro lado, Joan C. Flaquer, presidenta de ANDRI. Tanto Fernández como Flaquer conversaron con un equipo de elCaribe sobre el comportamiento del negocio de renta de autos en el país y la importancia de que esa actividad pueda sincronizar más con el turismo dominicano.

El director ejecutivo de ANDRI asegura que al Gobierno le sería un buen negocio exonerar de impuestos a los vehículos de alquiler para turistas, porque cuando un turista viene de otro lugar del mundo le genera ingresos a la economía dominicana por distintos lados.

Entre las rent cars formales presentes el país, cuyas empresas madres se ubican en el extranjero, figuran Hertz, AVIS, American International, Alamo, Dollar, Budget, National, Thrifty, Nelly, Ozavi, Advantage, Payless Car Rental y Europcar.
Algunas de éstas tienen en sus páginas webs rutas especificando lugares que pueden visitarse internamente. Tienen también GPS, para ubicar no solo los vehículos alquilados, en caso de un evento inesperado, sino además para que los clientes puedan trasladarse de un lado a otro haciendo uso de mapas digitales. Son mapas que indican cómo llegar a los lugares y cuáles son las carreteras.

Buscan mayor aprovechamiento

En las páginas de buscadores de rent cars se identifican los distintos posicionamientos de las marcas y cómo funciona cada cosa para clientes que buscan, por ejemplo, más economía cuando rentan un vehículo, para aquellos que se ubican en el nivel medio y para otros que se ubican en la categoría premium (por el servicio que ofrecen). Pero las empresas también tienen vendedores, tanto a nivel local como internacional (porque la mayoría de las formales son marcas internacionales). Hay una gestión de venta local y una de posicionamiento de la marca en el exterior.

Enrique Fernández asegura que el turista que renta un carro, como parte del amplio recorrido que realiza, suele quedarse en un hotel normal (no necesariamente de una cadena hotelera) donde quizás desayuna, pero almuerza y cena en otros sitios. “Eso cambia la categoría del turismo, y hacia allá es que debemos ir caminando”, expone.

Una gama de opciones para todos los gustos

Desde distintos sectores se promueven opciones para los visitantes, más allá del sol y las playas dominicanas. De hecho, el Consorcio Dominicano de Competitividad Turística (CDCT) ha identificado 250 proyectos sostenibles como hábiles para el disfrute de los turistas que buscan esas experiencias. De la cantidad general, 50 lograron el sello de calidad “Dominican Treasures”, que los avala como que cumplen con estándares de calidad. El resto de los proyectos sigue en evaluación. Son proyectos vinculados al turismo sostenible, que incluyen artesanos, asociaciones de guías, excursiones de aventura, hoteles boutique y de naturaleza, entre otros. El turismo sostenible crece entre un 10 y un 30% anualmente a nivel mundial, de acuerdo a cifras de la Organización Internacional del Turismo, y dentro de ese crecimiento se busca incluir a República Dominicana. “El de sostenible es un mercado que está dispuesto a pagar más por sus experiencias”, ha dicho Carla Campos, coordinadora de la Unidad de Negocios del CDCT. El programa Dominican Treasures lo crea el CDCT, con el apoyo de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.

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