¿Y es posible?

No quisiéramos creer que una jueza de un Tribunal de Ejecución de la Pena de San Cristóbal haya emitido irregularmente permisos de salida a más de 50 condenados por tráfico de drogas y sicariato.

No quisiéramos creer que una jueza de un Tribunal de Ejecución de la Pena de San Cristóbal haya emitido irregularmente permisos de salida a más de 50 condenados por tráfico de drogas y sicariato. No tenemos más alternativa que creerlo, pues la Procuraduría General informó que la “jueza interina” Katherine A. Rubio Matos se atrevió a tomar decisiones de ese tipo. Peor aún el dato de que la misma jueza “personalmente” habría acudido a determinadas cárceles a ofrecer dichos permisos. Y que intimidaba a funcionarios de las cárceles. Hay que creerlo, porque la Procuraduría dice que ya han devuelto a los recintos 42 internos beneficiados por la jueza, que sigue suelta. ¿Pero cómo es posible?

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