Cuando entré por primera vez en la década de los 90 en el 750 de la Primera Avenida de la ciudad de Nueva York, donde se encuentra el majestuoso edifico de las oficinas de la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), al entrar recoge unos versos de Saadí , el gran poeta persa del siglo XIII que dice. “Todos los seres humanos somos parte de un mismo cuerpo.

Cuando le afecta a un miembro el resto del cuerpo sufre por igual. Si no te afecta el dolor de los demás es que no mereces llamarte humano”. El espíritu de la Organización resumida en unas palabras.

Ese espíritu del 1945 tuvo su versión global en la Carta de la ONU, por primera vez los Derechos Humanos entraron en la agenda mundial y formaron parte del Derecho Internacional.

Pero ahora esta crisis del coronavirus invita a los pueblos a hacer una lectura aún más contemporánea de todo y preguntarse qué parte de aquel espíritu, de aquellas promesas, de aquel sueño, nos sirve aún hoy para afrontar lo que nos toca.

Esas interrogantes son muy parecidas a las del 1945. Aquel espíritu permitió importantes mejoras sociales, de progresos y de igualdad, tanto en lo domestico como en la comunidad internacional.

Este año en la asamblea es un buen momento para recordar esas promesas de libertad e igualdad que fue global. Ahora en octubre es importante repasar sus logros donde los ha habido, sus fracasos debilidades y fortalezas.

En el 75 aniversario de la ONU, este 24 de octubre del año en curso se tiene en agenda, la mayor conversación mundial amplia e inclusiva de la historia, sobre el papel que cumple la cooperación internacional en la construcción del futuro que queremos. En un momento en que el mundo atraviesa grandes problemas, agravados por una crisis sanitaria global sin precedentes que traerán graves situaciones económicas y sociales.

Como parte de esas iniciativas para el aniversario, se recopilan datos en cientos de conversaciones y encuestas en línea en 186 países, lanzada en enero, y se considera el ejercicio más grande realizado hasta ahora por la Organización para recoger las opiniones públicas y escuchar propuestas de soluciones a los grandes desafíos mundiales por medio de una conversación abierta.

Ese ejercicio consiste en diálogos en todo el mundo sobre los temas. Personas de todas las nacionalidades, generaciones y sectores sociales pueden participar tanto físicamente como por vías digitales. El objetivo es llegar al mayor número posible de ciudadanos para que compartan sus esperanzas y temores.

En la conversación global, Antonio Guterrez, Secretario General de la ONU, ha expresado que ninguna comunidad, ningún país es capaz de resolver los complejos problemas de nuestro mundo a solas. Necesitamos unirnos no solo para hablar, sino para escuchar, y siguió expresando que es absolutamente esencial que todos nos unamos a la conversación.

Para terminar por hoy, la COVID-19 es un crudo recordatorio de la necesidad que tiene el mundo de trabajar unido. Y también impulsa el apoyo a la cooperación internacional de esta agenda en el 75 aniversario de la ONU. #QuedateEncasa.

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