La creciente importancia de los BRICS en la gobernanza financiera y la economía global cobra gran relevancia en estos tiempos. Un primer acontecimiento a destacar en este artículo es la reciente designación al frente del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) del BRICS de la expresidenta de Brasil, compañera Dilma Rousseff, quien, en su discurso de aceptación, después de agradecer y resaltar la gravitación del presidente Lula en la geopolítica mundial, expresó:
“Más allá de la economía, la creciente importancia de los BRICS es un reflejo del papel de sus miembros como líderes mundiales y su capacidad de unirse para enfrentar los desafíos más grandes y urgentes de la actualidad. Juntos, los BRICS son más fuertes y capaces. Con una población combinada de más de 3 mil millones de personas y un Producto Interno Bruto (PIB) de más de $25 billones, el grupo está en una posición única para liderar el camino hacia un modelo de desarrollo compartido para todos.”
El hecho de que este espacio de desarrollo económico y financiero, como es el Banco del BRICS, haya salido de las manos del expresidente de Brasil Jair Bolsonaro, en la persona del antecesor Marcos Troyjo, es un paso de avance en el camino que está emprendiendo Nuestra América. La designación de Dilma, de seguro será un factor determinante para empujar hacia adelante a este importante instrumento de desarrollo y permitir que un mayor número de países emergentes sean beneficiarios de financiamientos blandos para importantes proyectos en beneficio de sus pueblos. Al respecto, la compañera Rousseff destacó: “Es cierto que las economías emergentes aún enfrentan desafíos importantes, como la desigualdad persistente, la pobreza extrema, la infraestructura inadecuada y la falta de acceso a la educación, la salud y la vivienda. Pero juntos, los BRICS están en condiciones de ayudar a sus miembros y a otros países en desarrollo a superar estos problemas… los BRICS se han vuelto aún más relevantes. Juntos constituyen más del 40% de la población mundial y aproximadamente una cuarta parte del PIB mundial. En PPP, se estima que la economía de los BRICS ya es más grande que la economía de los países del G-7. De hecho, el grupo es ahora una fuerza aún más significativa en la economía global, siendo el mayor motor de crecimiento.”
El grupo BRICS compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, ha superado al Grupo de los Siete (G-7), formado por Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Europea, al representar una mayor parte del PIB mundial. En la actualidad los BRICS aportan el 31,5% del PIB mundial, mientras el G-7 representa el 30,7%. El crecimiento de la economía china ha dado un gran empuje al bloque, al superar el PIB estadounidense, que fue medido teniendo en cuenta la paridad del poder adquisitivo (PPA) en 2014.
En otra parte de su importante discurso como nueva presidenta del NBD, Dilma afirmó: “La creación del NBD es un reflejo del papel creciente de los BRICS en el mundo y la necesidad de que los países en desarrollo se apoyen mutuamente. El acuerdo constitutivo del NBD estableció la visión de un desarrollo compartido que respete y afirme la soberanía de cada país. El banco surge como una verdadera plataforma de cooperación para economías emergentes, en la que las condicionalidades no forman parte del menú de soluciones. No se impondrán condiciones financieras adicionales”.
A este respecto, cabe destacar que los expertos han expresado que la influencia económica de los BRICS podría ir en aumento a corto plazo debido al creciente número de países que muestran su interés en unirse al grupo. Hasta el momento países como Irán, Argelia, Argentina y Turquía han manifestado su interés en unirse a los BRICS, mientras Arabia Saudita, Egipto y Bangladesh, incluso, han adquirido acciones en el Nuevo Banco de Desarrollo, la organización de financiación del bloque.
La creciente participación en la economía mundial por parte de las economías emergentes ha dado lugar a crecientes demandas por cambios económicos globales y modificaciones a sus instituciones a fin de eliminar las asimetrías existentes. Contribuciones fundamentales del cambiante desarrollo mundial y, a la vez, un reto para el futuro constituye el papel de los BRICS.
Tal como asegura la expresidenta de Brasil: “Como expresidenta de un país en desarrollo, conozco la importancia de los bancos multilaterales y, sobre todo, el inmenso desafío de brindar financiamiento en una escala adecuada para satisfacer las necesidades económicas, sociales, y ambientales de los países. Conozco el valor de poder contar con el apoyo de una institución como el Banco de los BRICS, una institución socia y comprometida con el apoyo a las prioridades de desarrollo de nuestros países.”
Desde su creación oficial en 2009, este grupo ha realizado cumbres anuales en las cuales ha definido 30 áreas de cooperación y diálogo encaminados a profundizar su articulación, así como a definir acciones para promover cambios económicos e institucionales que, al menos, atenúen sus asimetrías y apoyen un desarrollo global igualitario; su agenda también ha incluido políticas y programas de desarrollo congruentes con la colaboración con otros países emergentes.
En las últimas décadas las sociedades han experimentado profundas modificaciones a nivel global, derivando en transformaciones de los poderes públicos, lo que ha provocado un creciente interés en el estudio de la gobernanza global, dando pié al desarrollo de diversas definiciones en torno a dicho concepto. En general se asume que gobernanza alude al desempeño gubernamental con respecto a su entorno económico, político y social, y el grado de apertura a la participación social; se refiere también al modelo de desarrollo económico y político de un país y sus reformas. Dejando atrás absolutismos del pasado, puede considerarse como un continuo que va de regímenes cerrados y dictatoriales a democracias plenamente desarrolladas. Esto se podría garantizar en el corto y mediano plazo, sustentado en las ponderaciones de la presidenta del NBD al expresar: “El NBD no puede actuar solo. Necesitamos actuar en conjunto con los países miembros, buscar formar alianzas con bancos nacionales de desarrollo, bancos multilaterales y regionales, así como con otras instituciones financieras y agencias de las Naciones Unidas, y promover la visión de desarrollo compartido que representa la esencia del NBD. Como presidenta del banco, haré todo lo posible para movilizar los recursos necesarios para que el NBD cumpla con su misión en la escala y en la forma esperada”.
Asimismo, cabe destacar el creciente poderío y liderazgo de la República Popular China, que ha creado y está creando una nueva arquitectura y gobernanza global resguardado por los otros BRICS en el Grupo de los 77 (G-77) de las Naciones Unidas, y su pilar fundamental es de carácter financiero de lo que más pronto que tarde estará constituyendo un régimen internacional de la Cooperación Sur-Sur con un sistema de monitoreo y evaluación propio.
En este contexto, la consolidación de China como una potencia económica mundial está frenando significativamente el poder del norte y su visión hegemónica frente a la participación de la periferia Sur-Sur en la construcción de una gobernanza mundial creativa y equitativa.
Todo lo anterior señalado, da cuenta de que los BRICS no son solamente la suma de cifras de cinco países, sino el resultado de un conjunto de acciones que van más allá de acuerdos comerciales; es un grupo con una agenda definida de intereses comunes que se manifiestan a través de múltiples acciones, sobre todo, en el terreno financiero. No obstante, es importante reconocer que existen diversos retos y desafíos en torno a dicho proyecto y que aún hay un largo camino por recorrer.
¡Enhorabuena compañera Dilma! La suerte está echada.