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El jueves de Corpus Christi es una celebración de la Iglesia católica, en cuyo calendario litúrgico se establece que se efectuará sesenta días después del Domingo de Resurrección, de ahí que todos los años se celebra siempre el jueves que sigue al noveno domingo después de la primera luna llena de primavera en el hemisferio norte.

Corpus Christi es una expresión latina que significa cuerpo de Cristo, pero la fiesta de la Iglesia católica celebra la presencia de Jesús en la eucaristía, debido a que fue el jueves santo, el día anterior a su crucifixión, cuando el hijo de Dios convirtió el pan y el vino en su cuerpo y sangre en la última cena, y seguidamente invitó a los apóstoles a comulgar con él.

En República Dominicana, un país de ascendencia católica desde su fundación, esta festividad tiene un profundo significado para la feligresía, que se congrega en los templos, participa en procesiones y está atenta a las homilías de sus sacerdotes, mientras desde la catedral los medios se hacen presentes para escuchar los mensajes y admoniciones del arzobispo, casi siempre dirigidas a la clase dirigente como al resto de la grey católica.

Los cristianos en su mayoría, y los católicos en particular, tienden a considerarse ciudadanos con los pies en la tierra y los ojos puestos en la vida eterna que su religión promete a los que cumplen los mandatos de Dios, pero muchos se sienten comprometidos con su entorno inmediato y con la situación política de su país.

Es por ello que la dirigencia eclesiástica aprovecha este día para llamar la atención de las autoridades sobre los problemas más acuciantes de la sociedad, y trata de orientar a los gobernantes para que corrijan el rumbo de su gestión de gobierno, entre otros llamamientos.

Felizmente ya hemos superado las oscuras épocas en que se podía torturar y matar en nombre de Dios y vivimos en una sociedad donde la libertad de cultos está garantizada y es palpable, incluso en el diálogo que se da entre diferentes confesiones religiosas.

Por ello invitamos a los buenos católicos, que son mayoría en nuestro país, a que desde cada ámbito de actuación en que se desempeñen celebren este día de reflexión y recogimiento con el compromiso de entregar lo mejor de sí en todas sus actividades, sean estas personales, laborales o profesionales, para que entre todos edifiquemos el mejor de los futuros.

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