En su propósito de modernizar sus procedimientos, la Junta Central Electoral (JCE) impulsa la implantación del voto electrónico en los sistemas de votación para los próximos procesos electorales. Es una innovación, y como tal, se somete a prueba. El ensayo del pasado domingo estuvo enfocado en esa dirección.
Los resultados fueron satisfactorios, anunció el organismo, pero luego su Presidente admitió que la prueba presentó algunas debilidades que ameritan correcciones. Es un ejercicio de autocrítica y de apertura. Se fundamenta en que todo procedimiento debe pasar por ese rigor, y lo importante es que sus gestores estén en el ánimo de hacer las enmiendas necesarias para que funcione a la perfección.
No puede ser de otra manera. La celebración exitosa de las primarias para los partidos que han apostado a ellas, es de capital importancia. Se trata de una lucha por la dirección del Estado. Las primarias constituyen el primer eslabón. Y en consecuencia, son la base experimental para las elecciones de 2020.
Si así de importante es para los partidos, igual lo es para la JCE, que tiene en juego su credibilidad.
En el proceso rumbo a las primarias del 6 de octubre, las dificultades pueden ser superadas. Las soluciones deben buscarse ahora.
Y esa es la disposición de la JCE, que lo reconoce de esta manera: “Nos hemos sentido muy satisfechos… debemos ser humildes… hay que mejorar la logística, el transporte y dietas oportunas.
Tenemos que apuntalar más la parte técnica, tenemos que apuntalar más el horario y usar el tiempo más a nuestro favor, no comenzar a instalarnos el sábado, sino, arrancar desde el viernes, pero fue un éxito”.
En un país donde el ocultamiento y el secretismo es ley, es bueno que las autoridades de la JCE planteen las cuestiones que deben ser mejoradas y expresen el ánimo de hacerlo.
Conviene insistir en la necesidad de impulsar una campaña de conocimiento del nuevo sistema de votación. Explicar cómo se ejerce el sufragio mediante el procedimiento electrónico. Y motivar la participación ciudadana.
Todavía se está a tiempo.
