El Instituto de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) celebra la Semana de la Movilidad Sostenible desde el 22 al 29 de este mes, que comenzó con la peatonalización de calles y el pasado viernes recordando el Día Mundial Sin Automóviles.
Estas jornadas pretenden sensibilizar a los ciudadanos y a las autoridades sobre cómo mejorar su calidad de vida según la manera de movilizarse, promover el uso de transportes más sostenibles como los autobuses, utilizar un solo vehículo para varias personas, la bicicleta e incluso trasladarse a pie.
Estudios de hace varios años han determinado que los vehículos de motor generan gases tóxicos que contaminan el aire, en el caso de Santo Domingo, por ejemplo, cada día la cantidad de automóviles, camiones, guaguas y motores depositan sobre la ciudad y sus alrededores catorce mil toneladas de dióxido de carbono y otros gases igualmente perjudiciales para la salud.
A esto hay que sumar la enorme cantidad de chatarras que transportan pasajeros, guaguas públicas en mal estado y carros de concho que amontonan a la gente como ganado, con choferes tan sucios como los vehículos y que maltratan a los pasajeros.
Estas son algunas de las tantas razones por las que la mayoría de la gente toma como su primera prioridad comprarse un carro usado, lo que termina por aumentar esas emisiones de gases y sumarse a los largos tapones en las principales avenidas de una ciudad que carece de vías alternativas para llegar a los centros de estudio o a los lugares de trabajo.
Siempre estaremos de acuerdo con actividades como esta, que tratan de sensibilizar a la población sobre el problema que genera el exceso de vehículos de motor en nuestras calles y sobre cómo esa realidad atenta contra la calidad del aire que respiramos.
Nuestra sugerencia es que este tipo de jornadas se aborden de una manera integral, porque si bien la ciudad es relativamente pequeña, no está diseñada para los peatones ni para ciclistas, cruzar una esquina céntrica muchas veces toma veinte minutos hasta que los agentes de tránsito paran la larga fila de vehículos, aunque haya semáforos, y ni hablar del caótico tránsito que convierte a las calles en verdaderas junglas.
Apoyamos, desde donde podemos hacerlo, esta Semana de la Movilidad Sostenible, porque sirve para tomar conciencia de lo importante que es cuidar la vida de todos los seres humanos que transitan nuestras calles.
