Así como la oscuridad es la ausencia de luz, la brecha salarial es una manifestación clara de la desigualdad entre hombres y mujeres que desempeñan las mismas funciones y tienen el mismo nivel de preparación.
Actualmente, solo 35 países, menos de uno de cada cinco, han implementado medidas de transparencia salarial o mecanismos de cumplimiento para abordar la brecha salarial. El resultado es evidente: a nivel mundial las mujeres ganan, en promedio, solo 77 centavos por cada dólar que se paga a los hombres.
Para entender mejor esta disparidad, consideremos el caso de María y José. Ambos estudiaron la misma carrera universitaria, se graduaron en el mismo año y han alcanzado un nivel similar en sus respectivas empresas, con la misma carga de trabajo y responsabilidad. Sin embargo, mientras José gana 70 mil pesos al mes, María percibe solo 53,900 pesos.
¿Es esto justo? Es precisamente aquí donde radica la importancia de la igualdad salarial, un principio fundamental que busca asegurar que hombres y mujeres reciban el mismo salario por un trabajo de igual valor, y eliminar cualquier disparidad basada en el género.
En la República Dominicana, este 18 de septiembre, Día Internacional de la Igualdad Salarial, nos enfrentamos a diversas brechas salariales que varían según el nivel educativo. Según el análisis de los datos presentados en la Plataforma Territorial de Desarrollo Humano (2010-2022) del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), aunque el 21% de las mujeres ocupadas son graduadas universitarias, frente al 9% de los hombres, el ingreso laboral de las mujeres es, en promedio, un 21.1% inferior al de los hombres.
La disparidad en materia salarial entre hombres y mujeres con estudios universitarios alcanza el 24.2% en perjuicio de las mujeres. Para aquellas con estudios secundarios o técnicos, el ingreso es 32.9% inferior al de los hombres con el mismo nivel educativo. Y si una mujer solo ha completado la primaria, la brecha salarial se eleva al 39.1%.
Además, la participación laboral de los hombres es 1.5 veces superior a la de las mujeres, y la tasa de ocupación femenina es 37.4% inferior a la masculina. Por cada hombre inactivo en el mercado laboral, hay más del doble de mujeres en la misma situación.
Cerrar la brecha salarial de género podría aumentar en más del 20% el Producto Interno Bruto de los países, resalta el informe La mujer, la empresa y el derecho del Banco Mundial. Mientras, el estudio “Señales de Cambio”, publicado en 2024 por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) subraya que, para construir sociedades sanas y resilientes, tanto mujeres como hombres deben tener la oportunidad de prosperar.