¡Hola, distinguidos lectores de elCaribe! Muchos hispanohablantes suelen confundirse a la hora de aplicar el uso de los pronombres «lo(s)», «la(s)», «le(s)». Un dato importante que debes anotar es que esto se conoce en el universo gramatical como leísmo, laísmo, loísmo.
Y a propósito del titular de esta entrega de Periodismo y Gramática surge preguntar: ¿No te ha ocurrido que al escribir alguna frase con uno de los pronombres «les» o «le» te quedas pensando y reflexionas ante la duda de si va en singular o en plural? Pues no hay que estresarse porque estoy segura de que a un alto porcentaje de los que tenemos el castellano como lengua de origen sí nos ha pasado.
Ahora bien… qué dice la Real Academia Española (RAE) sobre el leísmo, que es el caso que nos ocupa, pero que aplica a todos sus derivados. La Academia explica que para usar adecuadamente los pronombres átonos de 3.ª persona lo(s), la(s), le(s) según la norma culta del español general, debe tenerse en cuenta, en primer lugar, la función sintáctica que desempeña el pronombre y, en segundo lugar, el género y el número gramatical de la palabra a la que se refiere.
Es decir, que cuando el pronombre desempeña la función de complemento indirecto, deben usarse las formas le, les (singular y plural, respectivamente), con independencia del género de la palabra a la que se refiera el pronombre. Veamos los siguientes ejemplos: «Le pedí disculpas a mi hermana», «Le dije a su hermano que viniera», «Les di un regalo a mis sobrinos».
Como podemos apreciar en el párrafo anterior, si de quien se habla en la oración está en singular, pues el pronombre derivado del leísmo que le acompaña va en singular (como los dos primeros ejemplos) y, si está en singular, va en singular, como lo indica el tercer ejemplo.
Espero que las dudas en cuanto al leísmo, laísmo y loísmo hayan sido despejadas con esta breve explicación que, aunque solo se centra en los pronombres «le» (singular) y «les» (plural), es bueno que reiterarles que la misma regla gramatical se aplica en todos estos casos.
Y sobre el título que hemos colocado en esta entrega, comparto algunos ejemplos para que quede aún más claro: «Les dije a ellas que no era necesario hacer el examen de nuevo» y «Le dije a ella que no era necesario hacer el examen de nuevo”. En la primera oración se habla de varias estudiantes (ellas) y en la segunda, de una sola.
¡Gracias por leerme!