Ministerio de la Mujer, iglesias, entidades que apoyan a mujeres abusadas, deben asistir diligentemente y a largo plazo, a Yocairi Amarante, la joven de 19 años atacada con “ácido del diablo” por su expareja (33 años), padre de su hija de 2 años, con quien convivía desde los 15 y la maltrataba. Su vida era ya bastante traumática y ahora suma extremos dolor psicológico y conmoción emocional por la desfiguración, mutilación, irreversibles, que le causaron. “Soy una muerta en vida, dijo, tras recibir el alta hospitalaria. Mientras se apela a que la justicia se imponga y autor intelectual y ejecutores sean ejemplarmente castigados, Estado y sociedad deben hacer lo necesario para que Yocairi se reponga anímicamente sobre este destino. Ella está viva.

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