No se vale plegar la cara o sonrojarse. Con el libro de «50 Shades of Grey» multiplicándose por todos lados, más de una persona debe haberse preguntado qué estuvo haciendo todo este tiempo con su vida sexual. Sin ánimos de ofender (o de amargar) a nadie, no es secreto que la pasión en las sábanas muchas veces queda corta si se compara con libros como éste o alguna que otra película. Pero están los juguetes y, aunque existan muchos tabúes acerca de ellos, la realidad es que son el toque idóneo para poner a trabajar la imaginación (además del físico) y disfrutar a pleno la vida sexual.

¿Más motivos?

Pueden condimentar aún la más picante de las relaciones o salvar alguna que no tenga chispa en lo absoluto; o ayudar, en el caso de las mujeres, a que además de relajación, tengan estimulación adicional para alcanzar el orgasmo.

Christian Marashio, creador del portal Web Moxie In The City, quien coordina clases de educación sexual para adultos solteros. Afirma que, entre sus asistentes, «alrededor de un 75 por ciento de las mujeres encontraron en los juguetes una manera de familiarizarse con sus cuerpos y tener mejores orgasmos».

Y no creas que es cosa de ahora, el uso de juguetes sexuales es más antiguo de lo que imaginamos. Las primeras referencias datan de la época victoriana cuando los médicos prescribían la enfermedad de «histeria femenina», una mujer cansada, con pocas ganas de comer y espasmos nerviosos. Como remedio idearon lo que se conoce como consolador, del cual hoy en día muchos médicos recomiendan el uso para fortalecer los músculos vaginales y aumentar el placer en el orgasmo.

Buenas vibraciones

Son el juguete sexual por excelencia. Los vibradores, que entrado el siglo XX crecieron en demanda y precios, y redujeron en tamaño, han disparado las ventas en las últimas cinco décadas, según un estudio del diario español El Mundo. Además de estrechar la relación de pareja, pueden utilizarse como un remedio efectivo contra la anorgasmia y trastornos del deseo sexual.

«Muchas mujeres experimentan su primer orgasmo real con un vibrador», indica Yvonne K. Fulbright, autora de Sexo con tu ex y 69 otras cosas tentadoras que nunca debes hacer. «Es porque está masturbándose, explora su cuerpo en su propio tiempo y sin la presión de que una pareja debe también alcanzar el clímax. El juguete le da sensaciones que talvez aún no había experimentado y le ayuda a conocer su anatomía sexual», añadió Fulbright.

«Más del 50 por ciento de las mujeres utiliza vibradores, y un 60% piensa que los juguetes eróticos son necesarios en su vida íntima», según un estudio publicado por The Journal of Sexual Medicine.

Pero hay más que vibradores. De latex, silicona, de gelatina… Existen muchísimos modelos, formas y tamaños de consoladores, pero asimismo están las bolas chinas. Éstas van unidas con un cordón para que puedan ser introducidas a la vagina y, además de proporcionar placer, también tienen un uso terapéutico.

Otro de los más vendidos es la funda para penes, que consiste en una especie de bolsa con relieves, que se coloca en el pene al momento de la penetración. También están los anillos vibradores, muñecos inflables y complementos eróticos, como ropa interior comestible, lociones acarameladas y, por supuesto, los atuendos con motivos distintos.

Si no funcionan, no estás sola. «Hay mujeres que todavía tienen problemas para alcanzar el clímax con un juguete. Casi siempre es por un historial de trauma sexual, grandes complejos de culpa por ser sexualmente activas o simplemente no pueden relajarse lo suficiente y salir de sus cabezas para dejarse llevar y disfrutar», indica Fulbright.

El sexo es el juego de los adultos, y las fantasías son saludables. Si todavía no te animas a pasar por una tienda erótica, en lo que te decides puedes usar cosas que hay en tu casa como pañuelos con diferentes texturas, hielo, aceites perfumados, ropa interior más provocadora o hasta el último mini disfraz de enfermera que usaste en Halloween. Considera esto una experiencia de aprendizaje más interesante en el camino de una vida de placer.

Algo muy tuyo – La higiene de los juguetes sexuales es imprescindible para no tener ningún tipo de infección en la vagina, mucho más si los usas con tu pareja. Pregunta el modo de limpieza en el sex shop, cuando lo compres.

Toma el dato…

– Para las francesas del siglo XVIII, el romanticismo estaba tan ligado a lo sexual, que usaban consoladores con un compartimiento en la parte superior donde colocaban la foto de su amado.

– Trojan, la marca de condones, regaló 10 mil vibradores que repartían en «carritos del placer» en las calles de Manhattan, en sólo dos días. Aunque los venden desde 2009, la marca notó un aumento en las ventas desde la llegada del libro «50 Shades of Grey».

– Uno de los productos más vendidos en los sex shops por la «fiebre» de Grey es el paquete «Chica buena, chica mala», que contiene un antifaz, un látigo adornado con plumas y esposas anchas, todo hecho con «cuero ecológico».

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