En estos días le preguntaba a alguien que actualmente cursa una etapa avanzada de cáncer sobre cómo iba su tratamiento. Intercambiamos algunas ideas sobre su aspecto físico, los efectos secundarios de las quimioterapias que lo estaban afectando y la manera en que continuarían. Además, cómo otros órganos se estaban viendo comprometidos.
Enfrentar el cáncer con actitud positiva
Lo que puedo decir acerca de esta experiencia es que no te sientes bien como ser humano de percibir el sufrimiento de alguien. A pesar del dolor y todo lo que significa tener la enfermedad, su testimonio removió mis sentimientos, ya que me dijo que su fe se mantiene intacta. Percibo una actitud positiva para enfrentar el proceso con valor y como enseñanza atesoro la manera en que su corazón se siente agradecido de todos aquellos que están pendientes de preguntar por su salud.
Elba María García, psicóloga, ofreció informaciones acerca de este proceso que va ligado a la psicooncología. Para iniciar, compartió la definición de Malca (2005) que la conceptualiza como una especialidad de la psicología que ofrece soporte a los pacientes afectados por cáncer, sus familiares y los profesionales de la salud, ayudando a manejar los diversos cambios que se producen a lo largo del desarrollo de la enfermedad.
La función del psicólogo consiste en dar acompañamiento psicoemocional oportuno desde el momento en que el enfermo y sus familiares reciben el diagnóstico, “puesto que de inmediato es necesaria una orientación significativa con relación a la información que se acaba de recibir, destacando que tanto el paciente como los familiares caen en confusión, negación de la realidad y en una gran cantidad de emociones encontradas que afectan su ámbito emocional, familiar, social y económico”.
Calmar la mente en medio de la enfermedad
Surge la pregunta, ¿cómo un paciente puede calmar la mente cuando está en medio de la enfermedad?, a lo que Elba indica “es aquí donde nos damos cuenta que no podemos solos y que necesitamos ese apoyo psicoemocional que nos ayude a gestionar y canalizar nuestras emociones para poder avanzar en este recorrido tan complicado que nos ha tocado, es necesario buscar ayuda”.
Los síntomas y alteraciones varían en un paciente enfermo de cáncer; dependerá del tipo que tenga. Es importante considerar que existen trastornos psicosomáticos donde se ponen de manifiesto el estrés y la ansiedad, fatiga, alteraciones en el sueño, variaciones en los patrones alimentarios, dolor, náuseas, pérdida de peso, cambios químicos en el cuerpo, problemas cerebrales y del sistema nervioso, entre otros.
“La persona debe seguir las indicaciones médicas y su tratamiento al pie de la letra; acudir regularmente a su cita, tener presencia y acompañamiento de sus seres queridos y aferrarse a su fe o creencias. Lo que no puede hacer es creerse sabio en su propia prudencia, dejar o cambiar los medicamentos, tomar alcohol, desvelarse o irrespetar las indicaciones médicas”, recomendó García, psicoterapeuta en duelo y tanatología.
Etapa final versus la despedida
Me inquieta el hecho de la fase terminal de la enfermedad, pues se dice que tanto el paciente como sus seres queridos se van despidiendo, a lo que Elba indica que ciertamente hay una preparación sobre ese momento en el que se tiene la oportunidad de cerrar ciclos emocionales y heridas del pasado, organizarse económica, espiritual, emocional y familiarmente con cada uno de sus seres queridos.
“Siempre es doloroso y triste ver partir al ser querido aunque es la ley de la vida que todo lo que nace tiene que morir. Tenemos muchas oportunidades para enmendar situaciones en el camino, pero siempre va doler el momento de la partida, aun cuando se esté consciente de que en poco tiempo ya no va a estar con nosotros; esto es lo que llamamos duelo anticipado, ya que es el único que vive en carne propia el que va a partir”.
Al preguntarle a la psicóloga si es preciso tener una conversación acerca de la muerte con el ser amado, responde que lo más sano es hablar de ese proceso. Es muy terapéutico, incluso preparar en vida el hecho de no estar, hacer la esquela mortuoria, elegir la caja donde será enterrado y el color, los tipos de flores o no; se trata de dejar preparado todo lo que se quiere que siga funcionando de un modo diferente.
“Eso ayuda significativamente a la persona que está atravesando por un proceso donde la muerte es el desenlace, pues esto le va a permitir morir con dignidad, organizar todo en vida, por eso es preciso hablar de la muerte y todos su componentes, sobre todo, perderle el miedo”.
Conocer acerca de la enfermedad
Cuando se vive estos procesos se sugiere conocer todo acerca de la enfermedad diagnosticada y acudir a los lugares donde pueden dar respuesta ante lo que se tiene; la unidad familiar es el mayor soporte ante un evento traumático como lo es un padecimiento terminal del tipo que sea. Se trata de ser asistido psicológica y médicamente por especialistas en el área, ya que el estrés, la ansiedad y las alteraciones emocionales son los peores enemigos ante esa situación.