Entre los numerosos cambios que viene emprendiendo el gobierno del presidente Luis Abinader, ha empezado a meterle mano al caos en que ha devenido el tránsito en Santo Domingo y Santiago, nuestras dos principales capitales.
Especialmente en el Distrito Nacional y zonas de la provincia de Santo Domingo el caos presenta metástasis, ocurriendo que además de las vías troncales hay momentos en que los tapones alcanzan simultáneamente a muchas otras avenidas, calles y zonas.

El desorden en el tránsito urbano y los accidentes es uno de los problemas que más agobia al ciudadano común y está entre los principales factores de muertes, lesiones y pérdidas económicas.

Según expertos en la materia, el problema se debe principalmente al crecimiento extraordinario del parque vehicular y la carencia de sistemas de transporte masivo, junto a la falta de cumplimiento de las leyes y ordenanzas que deben asegurar la organización del tránsito.

El telón de fondo, claro, son los gobiernos de países subdesarrollados, como el nuestro, y la masificación de ciudades por el crecimiento poblacional, falta de planificación y orden en el crecimiento de las urbes y debilidad institucional que provoca incumplimiento de las normas de conducción y estacionamiento vehicular.

Junto a sus disposiciones para fortalecer la institucionalidad saneando el sistema judicial, y mejorando las condiciones de vida y de trabajo de los efectivos de la Policía Nacional, responsables de administrar justicia y hacer cumplir las leyes, el presidente Abinader colocó entre sus primeros puntos de agenda el tema del transporte colectivo.

Primero lo vimos evaluar las posibilidades de ampliación del Metro de Santo Domingo, en lo que ya se está trabajando, y por igual ha valorado los aportes del teleférico y las posibilidades de sacarle el mejor provecho, junto a otros sistemas y medidas que contribuyan a solucionar el problema.

Más adelante informó de una iniciativa público privada para la construcción de 16 nuevos edificios de parqueos en Santo Domingo y cuatro en Santiago, de cuatro a siete pisos, con capacidad entre 460 y 560 estacionamientos.

El miércoles, y a través del INTRAN, el Presidente puso en funcionamiento el corredor Núñez de Cáceres, que beneficiará diariamente a más de 10 mil usuarios del transporte público de pasajeros que se desplazan de norte a sur y de sur a norte en ese eje de la zona oeste del DN.

El corredor forma parte del cumplimiento de las acciones plasmadas en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible del Gran Santo Domingo, realizado con apoyo de la Unión Europea, con la finalidad de favorecer la movilidad y ofrecer oportunidades metropolitanas a todos los ciudadanos.

El cambio llega al caos del trasporte urbano. ¡Qué bien.

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