Ojalá el Presidente despeje las dudas

Sustento que tan pronto quedó descubierta la magnitud conocida de la estafa en perjuicio del país, perpetrada por Odebrecht y compartes, lo más conveniente para Danilo Medina y el país es que el ciudadano presidente obre en el resto de su gestión para preparar una tranquila entrega del poder a quien lo suceda.

Sustento que tan pronto quedó descubierta la magnitud conocida de la estafa en perjuicio del país, perpetrada por Odebrecht y compartes, lo más conveniente para Danilo Medina y el país es que el ciudadano presidente obre en el resto de su gestión para preparar una tranquila entrega del poder a quien lo suceda.

Pero hay quienes tienen dudas de que el Presidente esté convencido de que eso es lo mejor, y se pone de ejemplo un comercial que difunde en la actualidad el Gobierno en que el mandatario y los ministros de Obras Públicas y Educación son promovidos como una especie de tripleta del poder.

Puede haber maldad en la inferencia de que en el Gobierno hay, incluso, gente rezando por la entrada al país de cualquier eventualidad que “lleve” a desconocer la Constitución, para que Medina continúe en la Presidencia hasta que el cuerpo le aguante.
Y que en caso de no atender la Providencia esos ruegos, acelerar a todo gas el uso de los recursos del Estado para que del palé Navarro-Gonzalo, salga el premio mayor del 16 de agosto 2020.

Eso explicaría la posición de Palacio en favor de que los candidatos de los partidos sean elegidos por foráneos, lo que terminaría de hundir a organizaciones como el PLD, en el que hace más de 20 años se desconoce lo que es la libre elección en un organismo; casi todos sus actuales legisladores fueron impuestos y el propio mandatario no fue elegido por el voto de la militancia peledeísta, en un congreso o convención.

Es en ese esquema de eventual exclusión y suplantación de la libre participación de las bases en la elección de sus candidatos que se explica la postura del Presidente.

Con un padrón “abierto” entraría en juego el padroncillo de las Tarjetas de Solidaridad, que “resguardan a casi 800 mil familias identificadas a través del censo levantado por el Sistema Único de Beneficiarios”, bajo control del Poder Ejecutivo.

De ese padroncillo de las Tarjetas Solidaridad pueden ser dirigidos 200 ó 300 mil electores que sobreviven en condición de extrema pobreza a que voten en las primarias de los partidos, conforme la línea que les bajen quienes administran los beneficios que reciben a través de las Tarjetas Comer es Primero, Bono Luz, Bono Gas, etc.

Que nadie se escandalice, ese recurso ya fue usado en la campaña recién pasada, de lo que queda un registro del presidente Medina advirtiendo que el Gobierno sabría quién votó por otros candidatos.

Esa sería la verdadera razón por la que, entrando la semana, Palacio quebró la tregua política post inundaciones, desoyó el sermón del obispo Ozoria llamando a renunciar al egoísmo y la ambición de poder, y está lanzado a una beligerante estrategia de defensa de las primarias “abiertas”.

Despreciando así el razonamiento de Luis Abinader, de que la intervención de extra partidos en las primeras internas despoja a la sociedad del derecho a contar con la diversidad de propuestas de los partidos…

Y desairando la seria advertencia del ex vicepresidente Rafael Alburquerque, de que las primarias “abiertas” conllevarían el inicio de la destrucción del sistema de partidos políticos y, agrego, un abismal descalabro de nuestra flaca democracia.

Ojalá el Presidente despeje las dudas y se una al consenso de los partidos, incluido el PLD que lo llevó a la Presidencia, de entidades como la Fundación Institucionalidad y Justicia, consenso por el que incluso aboga la Junta Central Electoral ,a través de su presidente, Julio César Castaños Guzmán, todo en favor del #PadrónCerrado.

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