“No todo el mundo puede ser famoso, pero todo el mundo puede ser grande, porque la grandeza está determinada por el servicio”, dijo Martin Luther King Jr. Inmensa redimensión del ser anónimo, el cual es el socialmente mayoritario. Entendemos “grandes” a prominentes sociales, económicos, políticos; la figura del “don nadie” es peyorativa. Pero experiencias de fama, poder o éxito, nunca serán la de verdadera grandeza si no las impulsan sincera intención de servicio. La medida de la grandeza es la del servicio amoroso, desinteresado y empático a los demás, algo al alcance de todos. El Covid-19 contextualizó mucho eso; trabajadores frecuentemente irreconocibles afloraron como héroes de la pandemia. Una nueva semana, a ponernos pues en nuestra máxima “altura”.

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