Tras la pandemia, profesionales están realizando sus labores desde casa con la ayuda de la tecnología para cumplir con sus obligaciones

Definitivamente la pandemia que nos azota ha cambiado el curso de nuestras vidas. Nadie se escapa. Las actividades presenciales se han ido desplazando a un mundo que se virtualiza cada vez.

Diversos sectores de la economía se están desenvolvimiento de manera virtual y por experiencias recogidas vemos que, con poco apuro, esta virtualidad podría apropiarse en un futuro de muchas de las actividades cotidianas donde el acto presencial no es imprescindible.

Con algunos reajustes, numerosos oficios siguen su curso.

Testimonios

“Dependiendo del tipo de negocio la modalidad virtual puede ser la idónea. Sin duda la interacción humana es importante, esencial, para poder trazar pautas, pero la tecnología ha facilitado bastante. Todo tiene sus pros y sus contras. Nuestras operaciones se han podido adaptar, de hecho ya las veníamos implementando sobre todo a la hora de hacer conferencias internacionales o cursos de capacitación a distancia. Ahora debido a la cuarentena que nos impone la pandemia, la mayoría de las actividades la debemos realizar virtualmente. Desde recibir órdenes de compra, facturar, transferencias bancarias, en fin, todo el desenvolvimiento de oficina lo hacemos virtual, excepto los despachos de mercancía, obviamente”, explica el director ejecutivo de una empresa de Santo Domingo.

Considera que esta modalidad trae consigo grandes ahorros económicos, “ahorramos combustible, energía eléctrica, mayor seguridad porque evitamos exponernos a la inseguridad ciudadana, no obstante, el empleado no siempre encuentra en el hogar la comodidad, privacidad y tranquilidad que se requiere para ejecutar su labor con total eficiencia. Además, ahora los niños están en los hogares y la servidumbre escasea, el trabajo se ve afectado por alguna que otra interrupción”, asegura.

Dice que es importante para que funcione la modalidad virtual, establecer horarios como se hace en la modalidad presencial, tomarse el tiempo de almuerzo y no interrumpir el horario de trabajo establecido.

“Prefiero la modalidad presencial.Trabajar en casa me resulta agobiante, estresante. Interactuar cara a cara es más efectivo, la presión del tiempo, la supervisión de la labor, es mejor si se hace a modo presencial”, dice una madre de tres varones cuyo esposo también se encuentra trabajando desde el hogar.

Por otro lado, una joven madre que recibe soporte psicológico dice: “He logrado continuar con mis terapias de psicología, tal y como lo hacía antes de la cuarentena, los mismos días a la misma hora, la modalidad es lo único que ha cambiado, en lugar de ser presencial ahora a modo virtual. Definitivamente la virtualidad se quedará luego de superar esta pandemia, al menos en muchos oficios, estoy segura. Es una ganancia de tiempo y un ahorro económico”.

Mientras que una futura madre, que gesta la semana 18 de su embarazo comenta: “Yo he logrado no interrumpir mis clases prenatales gracias a la modalidad virtual. Cada martes, de seis de la tarde a ocho de la noche, recibo las pautas que debo observar sobre todo lo referente al cuidado personal y cambios durante el hermoso proceso del embarazo”.

El yoga y el pilates, disciplinas muy demandadas hoy, han encontrado en la modalidad virtual un espacio para interactuar con sus entrenadores y así no interrumpir su rutina.

De igual forma los gimnasios no sólo asisten a través de sus entrenadores, también alquilan los equipos durante esta cuarentena para que sus clientes puedan desarrollar su rutina.
El mundo no se ha detenido por completo, más bien ha cambiado su modalidad de accionar.

No son pocos los que apuestan a que esta virtualidad será una opción permanente de vida. Cuando veamos la luz al final del túnel, será el momento de hacer un balance entre los pros y los contras de esta modalidad virtual. Habrá un antes y un después. Por el momento quedémonos en casa.

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