Antes de escribir este artículo reflexioné bastante. ¿Saben por qué? Porque los “francotiradores”-que prefiero bautizarlos como criticastros- podrían lanzar sus dardos venenosos contra el autor.
Pero dardos que no me molestarán. Lo que aquí expongo obedece a la verdad. Verdad que plasmo sin que por ello tenga que vanagloriar al gobierno del presidente Danilo Medina.
El periodismo es para informar. Informar bien, con objetividad, principios y ética. Hacerlo siempre en función de la verdad.
En mi más reciente libro: Periodismo…Cuando la verdad no sea distorsionada, escribo sin tapujos y, claro, sin tergiversar los hechos.
Cuando Danilo Medina ganó su primera elección a la Presidencia de la República (mayo de 2012), llegó al Palacio Nacional con una agenda cargada de ambiciosos proyectos.
Es lo que siempre tiene en carpeta un presidente novato. Pero dentro de esa agenda – por lo menos yo no lo recuerdo- no estaba su anhelo de fortalecer el sistema educativo nacional.
Tras ganar las elecciones de 2016 -y concretar su reelección- se propuso impulsar un ambicioso plan que consistía en fortalecer la educación.
Hizo hincapié en el nivel inicial. En la educación primaria. No sé quiénes prepararon esa plataforma, pero es seguro que lo hicieron a instancia del Presidente que se había trazado tan importante meta dentro de su nuevo gobierno, período 2016-2020.
En el marco de ese plan educativo, figuró el novedoso programa de alfabetización. Es decir, el presidente Medina -como lo había prometido en la campaña electoral- se propuso erradicar el analfabetismo de República Dominicana.
De esa manera satisfizo, además, el reclamo popular. El país, a través de sus organizaciones populares -entre ellas la ADP- reclamó que se materializara un programa para que del país desaparecieran los iletrados. Y que toda la población supiera leer y escribir.
En una reciente declaración, la expresidenta de Acción Empresarial por la Educación (EDUCA), Elena Villeya de Paliza, afirmó que “hoy República Dominicana se encamina a erradicar el analfabetismo”.
No hay que ser aliado de la gestión de Medina para reconocer su gran logro: El de la educación.
En este trabajo no tengo que entrar en el análisis del gobierno del PLD, que tiene como mandatario a Danilo Medina.
Pero sí reconocer, sin mezquindad y mucho menos andar con media tintas, que en el renglón educación Medina se ha ganado -merecidamente- ¡la medalla de oro!
